La Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, publicada hace menos de un mes, es, sin duda, un gran avance, pero es solo un punto de partida. Es urgente seguir visibilizando y reconociendo los derechos de las personas trans y no binarias, desde las infancias, más allá de lo que se recoge en la Ley vigente, que todavía es muy insuficiente en ese sentido.