STERM – La Consejería vuelve a las andadas: recorta presupuestos y culpa al profesorado

La Consejería vuelve a las andadas: recorta presupuestos y culpa al profesorado

El Gobierno de nuestra Región decidió a finales del año 2024 prorrogar sus presupuestos ante la falta de acuerdo con su socio predilecto, la ultraderecha. Esta prórroga supone que no se puedan actualizar las partidas, por lo que el presupuesto destinado a Educación, en lugar de aumentar, se tiene que redistribuir con los cálculos que se hicieron en 2023, a pesar de que el gasto previsto para este curso sea superior.

Uno de las consecuencias más evidentes de esta prórroga es que los centros educativos públicos de la Región van a sufrir un recorte presupuestario de un 16% para sus gastos de funcionamiento para 2025. Algunos centros incluso estiman que el recorte para las partidas de la Formación Profesional podría alcanzar hasta un 20%. La Consejería promete que este recorte se revertirá en el momento en el que Vox ceda y haya presupuestos. Es decir, cuando quedemos una vez más a merced de la misma ultraderecha que nos quiso imponer el PIN parental y que quiere alejar de nuestras aulas temas como el feminismo, el antirracismo y la educación en diversidad sexual. Un PP completamente escorado a la derecha no tiene capacidad de gestión, más allá de firmar recortes de libertades y de abocar nuestros servicios públicos a situaciones límite.

La Consejería se excusa en que ha debido hacer esta reestructuración de las partidas para poder pagar el aumento de personal que ha supuesto la reducción de horas lectivas. Culpabilizan al personal docente, una vez más, en lugar de asumir sus responsabilidades y reconocer sus obligaciones políticas. No hablan, por ejemplo, de que los presupuestos para infraestructuras son casi inexistentes, puesto que la dotación que se les da a los centros para su mantenimiento no alcanza para enfrentar todos los frentes. No hay un plan organizado de renovación y ampliación, que pueda asumir el aumento de alumnado en algunas zonas de nuestra Región. Y se demuestra con el hecho de que cada año son más los centros a los que se les prometen obras que, si llegan, lo hacen mal y tarde. No dicen que este recorte en las asignaciones presupuestarias se aplica a un presupuesto que ya era incapaz de resolver los problemas de amianto, goteras, instalaciones eléctricas deficientes y falta de espacios que sufren cientos de centros educativos públicos. Omiten que han obligado a transformar bibliotecas escolares y salones de actos en aulas, que han hecho desaparecer aulas de Dibujo, de Música, de Audiovisuales, de Tecnología o de Educación Física, y que han cambiado a turno vespertino las enseñanzas no obligatorias que les molestan. Solo hay improvisación, y parece que de eso también somos responsables.

Para colmo, las últimas inversiones que está habiendo en nuestro sistema educativo son por los fondos europeos que llegan, sin organización ni concierto por parte de nuestra Consejería. No hay una apuesta por la educación pública, y, como resultado, las plantillas de los centros y la mejora de las infraestructuras solo se nutren a golpe de talonario de Bruselas. Programas como las Aulas Edit o las Ateca no tienen en cuenta la tan necesaria ampliación de espacios que requieren nuestros centros, mientras que la implantación de las decenas de nuevos grados de Formación Profesional, financiados por la Unión Europea, no se ha hecho en función de las necesidades educativas de las comarcas ni de los centros. El único criterio que se cumple en estas inversiones es que suponga un coste cero para el Gobierno de López Miras.

Nos hemos gastado 5 millones de euros en pantallas digitales, mientras que no se asegura el transporte público del alumnado de enseñanzas obligatorias y no obligatorias a sus centros de estudio. Mientras no se cubren las bajas de personal no docente durante semanas. Mientras no se actualizan las dietas de transporte ni por ser miembro de Tribunal de Oposición. Mientras el pago de las partidas a los centros se retrasa durante meses y pone en situaciones muy difíciles las cuentas de los centros educativos.  Ejemplo de ello fue que en diciembre tuvo que salir en prensa que había centros educativos que no podían pagar la calefacción para que la Consejería de Educación se hiciera cargo de sus obligaciones económicas. Exigimos a nuestra clase política que no gobierne a base de titulares.

El sistema educativo de nuestra Región no puede depender de que los aliados de Trump, Milei, Le Pen, Meloni y Orban decidan que educar merece la pena. Por el momento, este mismo domingo Abascal, en su visita a Murcia, reiteró que su partido no tiene intención de pactar presupuestos autonómicos con el PP. El mismo partido que a nivel nacional, no hace tanto, dijo que sin presupuestos, la legislatura debía terminar.

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