LA CONSEJERÍA MALTRATA A LOS TRIBUNALES Y AL PERSONAL OPOSITOR
Una vez más la Consejería del PP demuestra su incapacidad y su desidia para con el personal. La oposición está siendo un desastre organizativo, comenzando con el sistema opaco y carente de sentido para nombrar presidencias de tribunal. Ser tribunal es una labor técnica de nivel y de responsabilidad, y no un trabajo basura de cumplimiento obligado, que se sufre sin las condiciones adecuadas y sin retribución digna. Están tirando a la basura la calidad de las oposiciones.
Pedimos negociar el sistema de nombramientos y las retribuciones. Criterios claros y públicos para nombrar presidencias. Proceso de selección transparente basado en la incentivación y la voluntariedad. Retribuciones actualizadas, opción individual de cobro de comidas, autorización de dietas de alojamiento, y regulación de las sesiones telemáticas.
El sistema de exclusiones es un verdadero desastre. La Consejería se salta sus propios criterios de exclusión a la hora de hacer los nombramientos, en vez de nombrar desde el principio personal sin exclusiones. No es solo falta de financiación para un proceso tan masivo, es que no hay ni sentido común. Exigimos también exclusiones para quienes estén a cargo de hogares monomarentales/parentales con menores de 12 o dependientes, y que los dos miembros de las parejas que estén con menores de 12 o dependientes no puedan ser tribunales a la vez.
La Consejería no es capaz de asegurar, en cuanto a las sedes, ni unos mínimos de dignidad. Es imposible hacer bien un trabajo tan delicado en espacios sin climatizar en medio de una ola de calor. Existiendo estos espacios, ¿por qué la Consejería simplemente no se molesta en garantizar que se usen? ¿Cómo es posible que, además de tener a personal funcionario sometido a una jornada excesiva y mal remunerada, se les obligue a trabajar sin mobiliario adecuado, y hasta con riesgo para su salud? La respuesta es: NEGLIGENCIA.
El sistema de llamamientos es otro caos con los plazos y los cupos de cada tribunal, mientras que a la Consejería lo único que le preocupa es reducir gastos a costa del buen funcionamiento. Para respetar horarios y evaluar con garantías, las exposiciones orales no pueden exceder de las 4 o 5 diarias, pero la Consejería presiona a los tribunales, obviando su autonomía, para que sean 7 u 8 personas convocadas a diario. Como no es viable, hay personas convocadas un día, y al siguiente otra vez, sin contemplar que hay gente que vive muy lejos o tiene otros trabajos porque han sido expulsadas de la docencia por los recortes.
Ser tribunal no debería ser una desgracia. Las personas no pueden estar haciendo dos y hasta tres trabajos simultáneos, en los tribunales y en sus centros a la vez. No hay empatía ni sentido común. Las presidencias llevan ya tres cursos de formación, y un montón de horas telemáticas de formación, convocadas de modo improvisado, sin antelación, al albur de los traspiés de la Consejería, y por supuesto sin remunerar y fuera del horario laboral. Ahora les exigen una “formación” como baremadores -labor muy técnica- al llegar a casa, después de la jornada. Cunde la sensación de que lo único que quieren es meter prisa para liquidar la baremación corriendo. Las personas que gestionan ésto en Consejería lo hacen lo mejor que pueden. Pero luego todo es un despropósito por parte de la Administración, porque ni asignan suficiente personal a las oposiciones, ni habilitan medios informáticos. No funciona ni el portafirmas, que falla continuamente y bloquea el trabajo de los tribunales.
Ser tribunal no es un trabajo basura!!
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