STERM RECHAZA POR INSUFICIENTE EL PLAN DE REFUERZO EDUCATIVO DEL GOBIERNO
Reclamamos al Gobierno bajada de ratios e inversión finalista en la pública, y no planes de maquillaje. Se sigue culpabilizando al personal docente, principal objeto de crítica, mientras se mantienen los recortes y la privatización.
Si queremos hablar de PISA hay que señalar que invertimos en educación muy por debajo de la media de la OCDE. Por inversión relativa, y dada la devaluación presupuestaria de la escuela pública, los resultados son aceptables. Pero llevamos años soportando la degradación del personal docente ante la opinión pública. Siempre escuchamos que la educación no funciona y que el problema es que el personal no está preparado para el siglo XXI. Se justifica el naufragio atribuyendo los malos resultados a una supuesta falta de formación, a pesar de ser el colectivo mejor formado de España.
Entre las propuestas filtradas están las clases de conocimientos matemáticos a las maestras y los maestros, como si no los tuvieran, o “trucos” para hacer más atractivas las clases de Secundaria, como si no supiesen darlas.Se engaña atribuyendo la responsabilidad del sistema fallido, hijo de la privatización, al personal docente. Pero lo cierto es que el problema es la falta de presupuesto, acreditada cuando analizamos los datos y los comparamos con los porcentajes del PIB invertidos en nuestro entorno.
Los malos resultados -según el gobierno- no tienen que ver con los recortes de la crisis anterior, cuyo alumnado se evalúa ahora, ni con que hubiesen miles de interinas despedidas, ni con el aumento de ratios y lectivas, ni con la burocratización, la disminución del gasto por alumna/o, o el cierre de centros de formación docente. Tampoco con la supresión impune de unidades públicas, que continúa con la LOMLOE, y la privatización desbocada que va de la mano. España segrega y machaca sistemáticamente al alumnado desfavorecido, y ahora la “solución» es culpar al personal docente y abandonarlo todo a los tecnócratas de mercado.
En todos los países observamos la misma brecha socioeconómica en PISA. La diferencia entre ricos y pobres, con el mismo sistema dentro de un mismo país, es de más de dos cursos. Además, las diferencias entre los países mejor parados y los del vagón de cola las podemos encontrar en el colegio público de al lado de casa. Deberíamos estar invirtiendo en educación el 7% del PIB y no llegamos al 4,6%. Ahora se anuncia una inversión de solo 500 millones para recuperar apoyos previamente eliminados, habilitar desdobles únicamente para lengua y matemáticas, lo que es insuficiente, e “incentivar” a docentes precarizados, previsiblemente para que aguanten más horas extra, y no tener que contratar mucho personal. Para mejorar resultados hace falta más.
La reducción de ratios debe ser estructural, generalizada, ambiciosa, y además también cualitativa o focalizada en los centros vulnerables. Debe responder a una estrategia desprivatizadora y a un acuerdo de país para invertir. El perfil profesional del docente del siglo XXI no puede basarse en la competencia entre compañeras y compañeros. Este estilo de gestión destruye el servicio público. Jerarquizar, dividir, y funcionar por complementos o incentivos individuales daña la enseñanza. La docencia es una labor colectiva, y las condiciones laborales deben ser también las del colectivo. Solo cuidándolas se restituirá la calidad.
Basta de privatización, precarización y burocratización, o de hurtar la formación en horario laboral, que sí tiene el resto de la función pública. Basta ya de arrojarnos labores asistenciales, necesitamos personal de distintos cuerpos y escalas, para realizar distintas labores, como en cualquier sector de la administración. No más parches desde las políticas de Estado y las Comunidades Autónomas. Esperamos que el Gobierno de España reflexione y se siente a hablar de verdad con la comunidad educativa.
Comunicado Medidas Gobierno de Espana 24-01-24Descarga