La carrera profesional no es la solución para 15 años de pérdida de poder adquisitivo
Durante los próximos meses se va a hablar bastante de la reforma de la profesión docente y, en especial, de nuestro salario. Entender el debate es clave para poder defender nuestros derechos laborales y no seguir tolerando la pérdida constante de poder adquisitivo.
Desde STERM Intersindical reclamamos al Gobierno de la Comunidad Autónoma que suba el sueldo del personal docente para compensar la pérdida que venimos sufriendo desde 2010. Las únicas subidas de sueldo desde ese año han venido exclusivamente desde el Gobierno del Estado y no han sido suficientes para compensar la subida de precios, especialmente de bienes como los alimentos, la gasolina o la vivienda. Mientras que el incremento del IPC en la Región de Murcia desde el año 2010 hasta 2024 ha sido de un 34,17%, nuestros salarios solo han subido un 15,43% en el cuerpo de Maestras y un 14,41% en Secundaria y otros cuerpos.

Como ya os anunciamos la semana pasada, en el Ministerio de Educación se ha comenzado una negociación que pretende renovar toda la profesión docente, con temas tan importantes como la reforma de las oposiciones, las titulaciones universitarias o la formación permanente. Uno de los temas que está sobre la mesa y que nos afecta directamente es el salario. Parece que el Gobierno quiere implantar un estatuto docente en el que se supedite el cobro de complementos relacionados con la carrera profesional a la superación de una evaluación de nuestro desempeño. Es decir, quieren que alguien externo sea quien decida si nos merecemos o no cobrar los distintos tramos de este complemento.
La posibilidad de que esto ocurra, si no nos movilizamos, es muy alta: circula ya un borrador de más de cien páginas que desarrolla doce competencias que debemos cumplir como personal docente en nuestro desempeño laboral, desglosadas en 53 descriptores y 212 indicadores. Si no tuvimos suficiente con los estándares de aprendizaje, ahora quieren evaluarnos a cada una de nosotras en cualquier aspecto que la Administración considere: competencia digital, liderazgo, bienestar del alumnado, desarrollo profesional continuo, y un largo etcétera. Equipos directivos e inspección, o quienquiera a quien se le asigne la tarea, evaluarían cómo somos de buenas o malas docentes en función de la puntuación obtenida en estos cientos de indicadores. Cuanto mejor sea nuestra calificación, mayor sueldo.
La única manera que tiene la Administración de que esta evaluación juegue un papel relevante en nuestro sueldo es el desarrollo de la carrera profesional, puesto que los demás complementos no están supeditados a criterios que la Administración pueda ir incluyendo con el paso del tiempo. Así, por ejemplo, mientras que el tramo I de la carrera profesional en la Región, de momento, solo exige 6 años trabajados, para cobrarlo en otras Comunidades Autónomas, como Asturias, ya se exige pasar una evaluación de desempeño satisfactoria, que mide el nivel de implicación de la persona en el centro y cuya exigencia está a merced de cada equipo directivo.
Creemos firmemente que la manera de recuperar el sueldo que hemos ido perdiendo es subir los complementos actuales, como el de destino o los específicos, ya que estos dependen de la Comunidad Autónoma y no requieren actividades ni burocracias extraordinarias. No parece, por tanto, que la solución sea desarrollar un complemento que desde Madrid quieren condicionar a una evaluación del desempeño dejada a la discreción de intereses empresariales y neoliberales.
Algunos sindicatos de Función Pública han convocado una movilización el día 25 de marzo para reclamar el desarrollo de los tramos 2, 3 y 4 de la carrera profesional, a la que se han sumado también la mayoría de sindicatos de Educación. Desde STERM Intersindical, en cambio, consideramos que la subida de sueldo debe hacerse en el salario que cobramos todo el personal docente. Aunque en un principio el desarrollo del resto de tramos de la carrera profesional pueda tener la antigüedad como único requisito, nada impide que posteriormente la Administración vaya sumando nuevas exigencias. La Consejería o el Ministerio podrían controlarnos bajo la amenaza de no reconocernos una parte de nuestro sueldo.
Si lo que quieren otras organizaciones sindicales es premiar la Antigüedad en el Cuerpo, es más fiable a largo plazo defender que esta subida sea en los sexenios, puesto que este complemento solo puede requerir horas de formación y su cuantía depende del gobierno autonómico.
Nuestra reivindicación es subir todos los sueldos, al menos, de acuerdo a cómo lo ha hecho el IPC desde la crisis: es una reivindicación legítima, fácilmente cuantificable y que asegura la revalorización de nuestros sueldos a pesar de que haya de nuevo una inflación pronunciada.
El personal docente está agotado de que se cuestione su trabajo continuamente, especialmente con fuertes campañas de desprestigio orquestadas por algunos grandes medios de comunicación. No somos el problema del sistema educativo, sino parte de la solución. No dejemos que desvíen la atención de los verdaderos problemas, de la pérdida del poder adquisitivo por subidas de sueldo inferiores al IPC, de las ratios descontroladas, de la segregación, de la falta de personal para atender a la diversidad y del estado lamentable de las instalaciones. No nos dejemos convencer de que el problema está en el profesorado y de que, por ello, debe ser controlado y evaluado.
Defendamos lo que es nuestro. Nuestro sueldo no es un premio, es un derecho.